No pudo acabar peor la jornada para los Nacionales de Washington que vieron, primero como perdían en su campo el partido por paliza de 5-12 ante los Filis de Filadelfia, y luego en el banquillo los peloteros Bryce Harper y Jonathan Papelbon dieron un espectáculo lamentable al iniciar una pelea entre ellos.

Papelbon, el cerrador estelar de los Nacionales, no había tenido su mejor labor en el montículo al permitir cinco carreras --tres fueron sucias-- después de haber trabajado un episodio completo.

Cuando se dirigió al banquillo al ser sustituido, se encontró con el Harper, el jardinero estelar de los Nacionales, aspirante al premio de Jugador Más Valioso (MVP) del Viejo Circuito, que le increpó.

En el intercambio dialéctico entre ambos jugadores, Harper, de 22 años, le debió decir algo que no le gustó al veterano Papelbon, o que hirió sus sentimientos porque en un momento determinado se lanzó contra su compañero para cogerlo por el cuello.

De inmediato, técnicos y compañeros, comenzaron a separarlos, algo que consiguieron después de algunos segundos de forcejeo, y mientras Papelbon continuó en el banquillo, Harper, se marchó furioso al vestuario, sin que parase de hablar y gesticular.

La imagen no fue la más edificante para los Nacionales, que habían comenzado la temporada con fundadas aspiraciones a luchar por estar en la Serie Mundial.

Papelbon (4-3), que cargo con la derrota, entró en el partido contra su antiguo equipo, los Filis de Filadelfia, en el octavo episodio y permitió un jonrón de dos carreras para empatar el partido, acción que tal vez fue lo que molestó a Harper.

Pero al margen del resultado del partido, los Nacionales ya estaban eliminados de la fase final desde ayer, sábado, después de haber perdido cuatro de los últimos partidos que disputaron.

EFE